Sin el sol de tu piel

Como me dejé llevar por mi orgullo, como deje que te vayas de ese lugar hasta mi mente, para quedarte y morir allí, justo al lado de mis sentidos.
Los días ahora son años, los años vidas que pierdo y gano a veces, pero siempre sin tí. Sin tu amor en mi pecho, sin tu voz en mi cuello, sin tus ojos en mi oscuridad; mi vasta oscuridad que me encierra y me hace acurrucar, hasta llegar la mañana y ver las sábanas a mi lado, sin el perfume de tu pelo, sin el sol de tu piel, abrigo de mi alma.