Eligiendo caminos

Que difícil es encontrar el sentido a nuestras vidas. Quizás hasta sea al vicio buscárselo. Quizás todo dependa de como se la toma cada uno y de cómo van sucediendo las cosas.

A veces (casi siempre) pienso como hice para llegar a donde estoy. Pero no en el sentido material, sino en el sentido de las vivencias, oportunidades y decisiones que hubo en mi camino y en las determinaciones que tuve que tomar.

Y es en ese punto, en el que me centro a veces por varios minutos y hasta horas. Lo determinante que es para el futuro de cada uno de nosotros, el hecho de tomar decisiones. Constantemente lo hacemos. A veces nos detenemos aunque sea un instante a pensar antes de tomarlas y otras solo hacemos uso de la lógica personal o del sentido común. Pero lo más interesante de ello, es que esa opción sea cual fuere, será determinante para nuestro futuro e irá modificando nuestro destino de formas distintas.

Otro aspecto interesante es que aquella opción que no elegimos, nunca sabremos que futuro nos hubiese deparado. Nunca sabremos el destino que hubiésemos tenido.

Y la verdad es que no puedo determinar si a mi me fue bien o mal. Me fue, por así decirlo y lo importante es que estoy vivo y puedo detenerme a pensar en aquello que pasó por mi mente y en mi realidad actual, que a veces disfruto deliberadamente y otras deseo volver el tiempo atrás para tomar el camino que no elegí.

A seguir eligiendo caminos. De seguro serán determinantes en el desarrollo de nuestro futuro y en eso en lo que pensaremos, llamado pasado.

Foto: jimenaballentallada.blogspot.com

Sueño de otoño

He soñado contigo nuevamente. Es tremenda esa sensación de verte, tocarte, sentirte a mi lado y luego despertar mirando el techo de mi habitación. Es realmente feo.

Pero el sueño es como un instante de fe. Un instante extremadamente feliz. Ese instante que me hace seguir creyendo en la vida. Creyendo en que algún día ese sueño puede hacerse realidad.

No se donde fue, aunque parecía un lugar campestres, con una arboleda. Tampoco en que tiempo. Solo sé que yo me alejaba de mi mujer (que nunca vi en el sueño pero que sabía estaba ahí) y me apoyaba pensativo en el marco de una puerta. Entonces te acercabas lentamente, como si buscaras otra cosa y me hablabas. Me preguntabas que hacía.

Y en ese preciso momento (y como saben, pasa en los sueños) nos abrazabamos y mirábamos fijamente a los ojos. Nos decíamos que queríamos terminar nuestras vidas juntos. Casi al mismo tiempo decíamos lo mismo... y nos besábamos.

Esto de "terminar nuestra vida juntos" es seguramente creación de mi inconciente, ya que muchas veces pensé en lo mismo: terminar mi vida junto a tu persona. No importa a que edad, no importa el momento ni la circunstancia. Lo importante es terminar nuestras vidas juntos. Que bello sueño.

Inmediatamente después, de hacer mis tareas matinales, sentí la necesidad de escribirlo. De plasmarlo para siempre en este escrito. Es por ello que debo finalizar diciendo que TE AMO y que no podré ni quiero sacar ese sentimiento de mi corazón.

Foto: elespiritudelchemin.wordpress.com

Sueño de verano

Anoche soñé con vos. Fue como si ese sueño que rondaba mi mente todo el tiempo, se hiciera de repente una hermosa realidad.

Tú estabas en tu departamento con tu mejor amiga. Yo de repente entraba como si lo hiciera habitualmente, quizás presagiando lo que quisiera pasara todos los días.

Entonces subí al ascensor y te llamé para hablar. Fue todo muy raro, muy cargado de palpitaciones, pero como casi siempre pasa en los sueños, de un momento para otro, como salteando imágenes, fue como si hubiésemos hablado todo; como si nos hubiésemos dicho en un par de segundos, ocho años de pensamientos. Ocho años sin vernos. Ocho años de letargo.

Luego en ese salto de imágenes, aparecimos en una habitación (de tu departamento seguramente) y como en un bello sueño paralelo, intentamos hacer el amor. Pero claro, en ese preciso momento fuimos interrumpidos por alguien que no se quien era, pero parecía un familiar tuyo. Comenzamos a reir y a tratar de salir de esa situación, aunque sentíamos que esa realidad estaba asumida y nada importaba.

Después, la escena del reproche. La escena menos atractiva o menos emocionante de este sueño: el momento en que todo el mundo sabe de lo nuestro y donde todo el mundo me reprocha. Lo que más recuerdo es un instante en donde les digo a todos que “el amor es así, es lo que siento, es duro pero es así. No la quiero más (hablando de mi actual pareja). Quiero estar con ella" (vos por supuesto).

En otra escena, paralela y distinta por supuesto, como en todo sueño, alguien que no recuerdo quien era, reprochaba una situación que no viene al caso pero que no fue real por supuesto. Quizás es parte de esas situaciones que inventa el inconciente en los sueños, para demostrar la parte fea de algo que uno siente y quisiera hacer pero no se anima.

Y en ese preciso momento todo se desvanece. Todo queda en lo que fue: un hermoso sueño. Ese que pienso casi todos los días. Ese que quisiera para mi vida y que solo Dios sabe si podré concretar algún día o solo lo llevaré en mi mente y en mi alma por el resto de mis días.

Foto: desdemivenadotuerto.blogspot.com

Déjame escapar


Déjame escapar, dejame escabullirme como agua por las grietas de mi corazón. Te pido clemencia, te pido que me dejes olvidar y me dejes regalarle al olvido todo ese silencio de mar profundo; mar de sangre que recorre mi cuerpo a cada instante, a cada maldito instante y no me deja morir. Tu recuerdo no me deja morir porque tu recuerdo de mi se fortalece y mis recuerdos se fortalecen de mi angustia.

Quisiera poder decir que te he olvidado, que he dejado todos esos recuerdos ocultos e invisibles a mi mente; pero no puedo, no se como hacerlo y no hay nadie que me diga como hacerlo. Cada vez son más fuertes en mi interior y mi interior más vacío.

Pero lo más maldito de todo, es que esa ilusión que me mantiene espectante siempre, es quizás solo un invento de mi corazón para no morir de angustia, para seguir pensando en ese momento, en ese preciso momento en que te encuentres frente a mi, con lágrimas de sal en tus ojos y diciendo te amo; palabra que no pude decir a nadie más, desde que te fuiste.

Déjame escapar. O quizás no lo desee tanto.

Foto: blogs.cope.es